Cuando en su clase de robótica comenzaron a construir y programar robots, Jacobo, Álvaro y Juan no podían imaginar que su aventura les llevaría a diez mil kilómetros de A Coruña, a la ciudad tailandesa de Chiang Mai. Allí han competido en el World Robot Olympiad, la competición internacional de robótica educativa más importante del mundo, que tuvo lugar del 16 al 18 de noviembre en Tailandia.
La Olimpiada es una competición muy exigente con 500 equipos de más de 60 países Jacobo, Juan y Álvaro pusieron toda su ilusión y esfuerzo, pero aunque no fue posible alcanzar las primeras posiciones, se quedan con la experiencia única e increíble, el aprendizaje y el intercambio con otros estudiantes de países tan distintos como Suiza, Rusia, Pakistán, México o Irán. “Trabajaron mucho para hacer el robot perfecto y hacerlo bien. Aprendimos muchísimo de niños de todo el mundo y traemos muchas ideas. El próximo año haremos unos pedazos de robots para que puedan competir nuevamente” comentó Ángel Fernández, su profesor de Robótica.
Desde Repsol hemos querido acompañarles en esta aventura porque creemos en la innovación y la tecnología como motor de cambio y promovemos la formación de vocaciones científicas en nuestros jóvenes
Pero muchas veces los sueños se cumplen. Desde Repsol, hemos querido recompensar el esfuerzo de este grupo de estudiantes gallegos, acompañándoles en esta aventura. Porque la innovación y la tecnología forma parte de nuestro ADN, estamos impulsando el interés de los niños y jóvenes por las disciplinas STEM: ciencias, tecnología y matemáticas, promoviendo la formación de profesionales en estas áreas.
Además, en el entorno del Complejo Industrial de A Coruña, promovemos numerosas actividades vinculadas a la educación y a la promoción de vocaciones científicas entre los escolares, como los talleres Aprendenergía, las becas de formación profesional, la FP Dual, el aula móvil de la energía…
En Tailandia Jacobo, Juan y Álvaro han construido un robot innovador que dió respuesta al reto sobre el que se centró este año la competición: la sostenibilidad alimentaria, la forma en que cultivamos, compartimos y consumimos alimentos.
Con la campaña #SuerteGalegos les animamos y reconocimos el mérito de estos niños gallegos. Ayudarlos a cumplir su sueño de participar en el mundial de robótica fue para Repsol la oportunidad de colaborar en un proyecto educativo de A Coruña que premia el esfuerzo y el talento de estos pequeños genios de la robótica.
Más que ningún éxito el premio fue participar y reconocer el interés por la ciencia y la tecnología de los jóvenes que construirán el futuro de nuestra sociedad.