Nuestra historia

Toda una vida en el Valle de Bens y el de Nostián

El Complejo Industrial de A Coruña, que ocupa una extensión de 150 hectáreas en total, ha evolucionado enormemente esde su fundación, triplicando su capacidad inicial y adaptándose a las tecnologías más innovadoras de cada momento.

A día de hoy el complejo es uno de los principales motores económicos y de empleo de Galicia. Para llegar a la posición en la que ahora nos encontramos ha sido necesario el trabajo y el apoyo de multitud de personas a lo largo de un proceso de más de 50 años.

Instalaciones Complejo A Coruña

El trabajo que realizamos en el Complejo es un referente de calidad, eficacia y seguridad.

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Años 60

Alrededor del año 1961, las compañías Marathon Oil Company y PETROLIBER iniciaron planes para construir una refinería de petróleos en el norte de España, con la autorización del Ministerio de Industria. Tras señalar la zona de A Coruña como lugar ideal se iniciaron las obras pertinentes, y el 11 de septiembre de 1964 se inauguró oficialmente la refinería de A Coruña.

Su capacidad de almacenamiento inicial era de 164.000 metros cúbicos de crudo y 246.000 metros cúbicos de productos en preparación o terminados. Todos estos compuestos eran transportados dentro y fuera de las instalaciones mediante los ocho oleoductos que conectaban con el Muelle de San Diego, donde se hallaba el terminal marítimo de la refinería.

Por entonces la planta ocupaba una extensión total de nueve hectáreas, y poco tiempo después de su inauguración alcanzó su capacidad máxima: dos millones de toneladas de crudo.

Instalaciones en forma de tubo de la refinería de A Coruña

Años 70

En 1969 se decidió que era necesaria una ampliación de la refinería, y se dio inicio a una nueva instalación que finalizó en 1973. Se añadieron varias unidades de producción a la planta, y se construyó un tercer pantalán en el terminal marítimo para el atraque adicional de barcos.

Con esta ampliación, la destilación total dentro de la refinería pasó a cuatro millones de toneladas al año, y su capacidad de almacenaje de crudo y productos ascendió a un millón de metros cúbicos. Adicionalmente, la planta quedó capacitada para procesar crudos con elevado contenido de azufre, como el gasoil.

Pasados los años se aplicó un proceso de mejora en las unidades de producción existentes, iniciando así una segunda ampliación en la refinería. Esta modificación finalizó en 1979. Se redimensionaron y añadieron nuevos equipos, se eliminaron anteriores restricciones operativas y se hizo de la producción, en general, un proceso más eficiente.

Gracias a estos cambios la capacidad de almacenamiento de crudos se incrementó en 180.000 metros cúbicos. Su capacidad de destilación máxima también vio un incremento, de cuatro a seis millones de toneladas al año. Esta capacidad de producción es la misma que ostenta la refinería actualmente.

Empleados andando por el complejo

Años 80

En 1981 PETROLIBER se integró en el recién creado Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). El objetivo de esta asociación era agrupar y coordinar la actuación de las empresas públicas españolas que operaban en el sector del petróleo y el gas.

El mercado del crudo de petróleo sufrió varias crisis debido a su elevado coste durante esta época. Esta situación dio ímpetu al desarrollo de fuentes de energía alternativas como el gas, el carbón o la nuclear. La refinería de A Coruña no se quedó atrás en este aspecto, y se iniciaron diferentes estudios al respecto.

Finalmente se optó por implementar un proceso de conversión de residuos pesados, iniciando así una tercera ampliación en la planta, concretamente en la zona del valle de Nostián. En 1982 se pusieron en funcionamiento las nuevas unidades de FCC, coquización retardada y calcinación de coque.

En 1985 PETROLIBER entró a formar parte de EMP, y en 1987, a partir del INH, se crea el Grupo Repsol, al cual pertenece desde entonces la refinería. Guiados por los exigentes criterios de innovación, superación y seguridad que se impusieron en la planta con este cambio, en los siguientes años se realizaron diversas instalaciones y modificaciones para permanecer siempre al día con los cambios que surgían en el mercado.

Años 90 y 2000

Entre 1988 y 2003 se instalaron un total de 11 nuevas unidades junto a diversas modificaciones de otras ya existentes, todo ello con el objetivo de mantenerse a la vanguardia de la tecnología energética y de mantenerse por encima de los requisitos legales y medioambientales.


En todo este periodo se aumentó la cantidad y la variedad de productos destinados al mercado nacional y a la exportación, destacando los asfaltos, el butano olefínico, el gasoil y las gasolinas. La extracción de azufre en los compuestos cobró cada vez más importancia, y se consiguió llegar en este aspecto a una capacidad total de 150 toneladas de azufre extraído al día.

También aumentó la eficiencia de diversos procesos, reduciendo costes y ciclos de operación. En cuanto a la generación de energía, la refinería consiguió autoabastecerse de ella, y gracias a la puesta en marcha de la unidad de Cogeneración II empezó a producir el equivalente en electricidad a dos veces el consumo del municipio de A Coruña.

Cabe destacar el proyecto de la planta de hidrotratamiento de gasoil de vacío (HDT), que se inició en 2003 y finalizó en 2005. Mediante una inversión de 211 millones de euros se construyó la ya mencionada planta de HDT junto a otras unidades y tanques, además de diversas modificaciones a otras instalaciones ya existentes.

El objetivo del proyecto, además de renovar y mejorar la producción, era cumplir las especificaciones de reducción de azufre requeridas por la legislación para el año 2005 y las previstas para los años 2008 y 2010. Esta puesta a punto generó cifras memorables, como los 619 empleados que hubo de media en el trabajo o las 3.240.000 horas invertidas en él.

En junio de 2011 conseguimos un hito en gestión energética: fuimos la primera refinería del mundo en conseguir la certificación ISO 50001. Este certificado junto con el EN-16001 recibido tres meses antes, nos situaban a la vanguardia del sector, mejorando nuestra competitividad.

Instalaciones Complejo A Coruña

Futuro próximo

Nuestras vistas están puestas ahora en el Puerto Exterior de A Coruña, donde estamos realizando el traslado de todas las operaciones de crudo y sólidos junto con todos los aspectos empresariales y jurídicos que conllevan. Este proyecto, cuya construcción todavía está en proceso, fue iniciado con un acuerdo firmado por la Autoridad Portuaria de A Coruña.

Por lo demás, el futuro inmediato del Complejo Industrial de A Coruña viene marcado por el camino ya descrito hasta ahora. Estamos decididos a mejorar constantemente nuestro trabajo manteniendo al día nuestras técnicas e instalaciones, sin dejar de lado la seguridad y el medio ambiente. Debido a esta actitud nuestra refinería es actualmente un referente de calidad mundial, y un recurso inestimable para Galicia y para España.

La Parada

Tal y como indica la palabra, una parada es la interrupción del funcionamiento de una o dos unidades en una empresa industrial, que en nuestro caso se trata de una refinería.

Es un plan que recoge distintas actividades, como son el mantenimiento de equipos de producción, su reemplazo, la inspección o la limpieza. Estos trabajos solo se pueden ejecutar cuando la planta de producción esta parada, y sirven para realizar una mejora en las instalaciones.

El éxito de una buena parada depende de una buena planificación, para alcanzar los objetivos de seguridad, duración y calidad. Una parada puede durar desde días a meses, dependiendo de las labores que se tengan que realizar.

Para este tipo de actuaciones se amplía el número de trabajadores. De este modo, las paradas se convierten en un motor de empleo en el que participan no sólo trabajadores propios de Repsol, sino centenares de trabajadores pertenecientes a empresas contratistas, que en su mayoría están implantadas en Galicia.

Nuestro principal objetivo es la seguridad de todos los que participan en la parada, por ese motivo diseñamos unos protocolos de parada que incluyen la creación de un grupo de Coordinación de Seguridad. Este grupo analiza las actuaciones diarias y la planificación de las medidas de la jornada siguiente.